Perfiles

Raúl García Zárate, la guitarra universal del Perú

Perfil biográfico del principal referente de la guitarra peruana. Heredó valiosos aportes técnicos y melódicos para el sonido de la guitarra en América Latina.

Foto: Miguelcha Gutiérrez.

Abrazado a su guitarra, Raúl García Zárate ingresó a paso lento al escenario del Gran Teatro Nacional. Noche de verano del 2015. Los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional lo aguardaban todos de pie. Una fractura en el brazo izquierdo, tras un accidente ocurrido dos años antes, lo había mantenido distante, ausente. No era de extrañar entonces la tensión que se respiraba en este reencuentro, acaso histórico, con el Perú.

Solo frente al universo, Raúl García Zárate dejó brotar desde su alma una marinera tradicional de su natal Ayacucho. Tres minutos del sonido limpio de su guitarra. Una eternidad. Desde la galería del recinto cultural más importante del país las almas estallaron en aplausos.

El maestro ejecutó luego aquel huaino que había grabado en 1966 y que mereció el inmediato elogio de José María Arguedas, “Adiós pueblo de Ayacucho”. Lo hizo acompañado por la orquesta sinfónica, con la batuta de Fernando Valcárcel. Esta vez la ovación se hizo más eterna, infinita. En el público la emoción brotaba, húmeda, desde los ojos. El maestro dejó el escenario a paso lento, siempre abrazado a su guitarra, siempre abrazado a su humildad.

Aquel fue el último recital que ofreció en vida el más importante investigador y ejecutor de la guitarra del Perú. Dos años después, un 29 de octubre del 2017, el respiro del músico ayacuchano se apagó en el hospital Rebagliati, víctima de un cuadro de neumonía severa. Decenas de voces y cuerdas le dieron la última despedida en la Sala Nasca del Ministerio de Cultura.

La trascendencia

El musicólogo Camilo Pajuelo Valdez, en su tesis de maestría en la Universidad de Helsinki (Finlandia), reconoce en Raúl García Zárate al “guitarrista peruano de mayor trascendencia en el siglo XX”. Diez discos de vinilo, grabados como solista en Sono Radio y otros sellos, sintetizan una parte del vasto legado que el maestro dejó a este país de repertorio inacabable.

Nacido el 12 de diciembre de 1931 en una casona de Huamanga, Raúl García Zárate conformó con su hermano Nery el legendario dúo de los Hermanos García Zárate. Sobre la marcha, depuró una técnica impecable y trasladó un nutrido repertorio de la música andina peruana a las seis cuerdas de su guitarra. Su sonido se hizo universal.

Conoció a Atahualpa Yupanqui, referente de la técnica en la guitarra tradicional argentina. En los años ochenta participó en Hamburgo en una jornada internacional de guitarra, que también tuvo entre sus invitados a Andrés Segovia. En Francia, participó en recitales de guitarra llegando a interactuar con el también célebre argentino Jorge Cardoso y con el uruguayo Abel Carlevaro.

Raúl García Zárate fue el guitarrista peruano de mayor trascendencia en el siglo XX.

Humberto Amorim, un guitarrista brasileño y reconocido investigador de la obra de Héctor Villa Lobos, confesó en el 2017 su admiración por García Zárate. “Desde niño lo escuché y para mí su nombre siempre ha sido como una leyenda”, comentó una tarde de marzo de aquel año, en un café de Miraflores, mientras platicábamos junto con el peruano Ricardo Villanueva, a propósito del festival internacional más antiguo de la guitarra que se realiza en Lima, a instancias del Instituto Cultural Peruano Norteamericano.

Este festival tenía precisamente a Raúl García Zárate como asesor. “El solo hecho de leer su nombre, para mí ya era un motivo suficiente para venir”, confiesa, emocionado, el brasileño Amorim.

Raúl García Zárate en su vivienda. Foto: Miguelcha Gutiérrez.

El legado

El peruano Ricardo Villanueva fue uno de sus discípulos. Gracias al maestro ayacuchano, reflexiona, la guitarra andina tiene un sonido único que es reconocido en todo el mundo.

Abel Velásquez, concertista cajamarquino y también alumno suyo, recuerda que lo visitó en junio del 2017 para tocarle nuevos arreglos suyos. “Caminaba más pausado”, recuerda. El maestro le pidió mantener siempre la autenticidad.

Coco Vega, guitarrista costeño que conoció al maestro a los 16 años, apunta que muy temprano el maestro lo retó a escudriñar la variedad de la música de su región, Piura. El discípulo acusó recibo de la tarea.

Rolando Carrasco, quien trabajó en la transcripción de varios arreglos suyos, subraya que Raúl García Zárate fue el guitarrista más influyente para el universo andino.

En febrero del 2019, tuve la oportunidad de volver a visitar al maestro Ernesto Cavour, en su museo de instrumentos musicales de La Paz (Bolivia). El músico e investigador guardó un breve silencio cuando le recordé que Raúl García Zárate ya había partido. Compartieron juntos algunos recitales en Europa. Charango boliviano y guitarra peruana. “Éramos como hermanos”, recuerda. Y en seguida una sentencia: “Nadie va a igualar la limpieza de su técnica”.

La obra de Raúl García Zárate tiene una trascendencia no solo nacional. La investigación y recopilación que hizo de la música andina, la adaptación a impecables arreglos y el sentimiento que plasmaba en su ejecución, cual tañido de las campanas de Huamanga, son aportes invalorables para el sonido de la guitarra en América Latina.

(Texto original publicado en el 2017, en La República).

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