La Semana Santa en las tierras de Acolla y Marco, en la provincia de Jauja, tiene un sonido de fondo peculiar. No es nada que se aproxime a una religiosa procesión. Es una música ejecutada en instrumentos de vientos de metal y va en ritmo de marcha militar. «Marcha militar folclórica«, según proclama, micrófono en mano, el maestro de la ceremonia festiva de este Jueves Santo.
Luego de dos años de pandemia, los barrios o cuarteles de Acolla y Marco, en el centro del Perú, han retomado la festividad cristiana y también militar. Sincretismo, nuevamente, de las tradiciones en los andes peruanos. Esta festividad tiene como protagonistas a Jesucristo y al mariscal peruano Andrés Avelino Cáceres. (La presencia del personaje cristiano se hizo más notoria en la plaza del distrito de Marco).
Nelsi Romero Arias, maestro que documentó la historia de Marco, destaca en esta fiesta, conocida como La Tropa de Cáceres o La Majtada, una «tradición sui géneris, que combina la religiosidad popular con el sentimiento patriótico». (Marco, historia de una tierra legendaria, 2019).
El énfasis de la festividad gira en torno a la gesta de Andrés Avelino Cáceres en la guerra con Chile. Es por eso que la música va en ritmo de marcha militar, pero las melodías tienen aires más andinos. Por ello la diferencia con las obras castrenses que ejecutan las bandas de los institutos armados del Perú.
(Fotos: Wilber Huacasi)
Cada año los músicos estrenan nuevas composiciones. En el distrito de Marco, el joven compositor Stalin Ñaupari presentó ante la sociedad una marcha en homenaje a su padre. En Acolla, un grupo de ciudadanos se congregaron en el segundo cuartel, sector sur, con sus trajes alusivos a la gesta de Cáceres: mujeres campesinas dispuestas a pelear con sus ondas; mujeres encargadas de trasladar comida, y un personaje de avanzada edad que representa al Brujo de los Andes, Andrés Avelino Cáceres.
Fue en este escenario que registramos el siguiente audio.
Título de la obra: Mis ojos están llorando.
Autor: Joel Sánchez.
La música es ejecutada por la banda Súper Sinfonía Jauja, que dirige Roger Mayta Pinto.